Por Juan Luis Cruz Pérez
Tlaxcala será de las mujeres, porque a partir del año 2024, al menos 26 de los 60 municipios de la entidad, que siempre han sido gobernados por varones, serían obligados a tener alcaldesas. La medida busca abatir la brecha que existe en materia de paridad de género e igualdad sustantiva.
La propuesta es que todas las fuerzas electorales de la entidad, en los próximos comicios, deberían postular al cargo de presidentas municipales a mujeres, asegurando el arribo de una de ellas a la titularidad de esos ayuntamientos.
Esas reservas operarían para los 26 municipios que nunca han sido gobernados por mujeres, como son los casos de Atlangatepec, Contla de Juan Cuamatzi, Cuaxomulco, Huamantla, Ixtacuixtla, Tlaltelulco, Lázaro Cárdenas, Natívitas, Papalotla, Tetlanohcan, Zacualpan, San José Teacalco, Huactzinco, Tecopilco, San Pablo del Monte, Nopalucan, Santa Apolonia Teacalco, Quilehtla, Xiloxoxtla, Tepetitla, Tepeyanco, Xaltocan, Xicohtzinco y Zitlaltépec.
La entidad ocupa uno de los últimos lugares a nivel nacional respecto a la participación del sector femenino en el cargo de presidentas municipales, solo por debajo de Chiapas, en donde el machismo impide a ellas ocupar esos puestos. Ahora, solo nueve de los 60 ayuntamientos tlaxcaltecas son gobernados por ellas.
La decisión de hacer realidad que Tlaxcala sea de las mujeres y abatir el rezago que existe en la materia, dependerá de los acuerdos y la determinación que adopten los consejeros del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones.
Ahí, las consejeras, principalmente, ya impulsan, en comisiones, un acuerdo para modificar las reglas de postulación de aspirantes y así obligar a los partidos políticos a promover exclusivamente a mujeres como sus candidatas en estas 26 demarcaciones. La medida no es nueva, en algunas otras entidades del país ya tienen avanzados los acuerdos en la materia.
De prosperar la determinación, las cúpulas partidistas y sus dirigentes sufrirán enormemente, porque además que les cambiarán mucho sus escenarios, acuerdos y el reparto del pastel, la gran mayoría carece de verdaderos cuadros competitivos para la contienda.
En tanto, los cambios en el gabinete estarán a la orden del día; unos ya se dieron y otros están en camino; ahora surge la esperanza de que exista una verdadera narrativa para contar la nueva historia, aunque chango viejo no aprende maroma nueva.
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