Ciudad de México. Tres de cada cuatro adultos mexicanos consideró que vivir en su comunidad es inseguro, una proporción mayor a la registrada hace un año, reveló este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La percepción de inseguridad es mayor entre las mujeres que entre los hombres, en una dinámica en que la mayoría de la población ha decidido modificar sus hábitos para protegerse y en la que los cajeros automáticos de los bancos son considerados como los punto de mayor riesgo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, elaborada por el Inegi.
En diciembre pasado, 75.9 por ciento de los mexicanos mayores a 18 años (tres de cada cuatro) consideró que vivir en su ciudad es inseguro. La proporción, prácticamente similar a 76 por ciento registrado en septiembre, fue superior en 1.8 puntos porcentuales a la reportada al cierre de 2016, informó el organismo.
La percepción de inseguridad es mayor entre las mujeres: 80.5 por ciento de ellas, esto es, ocho de cada 10, manifestó que vive insegura, mientras que la proporción para el caso de los hombres fue de 70.6 por ciento, es decir, siete de cada 10.
Las ciudades más inseguras, de acuerdo con la encuesta, fueron en diciembre pasado: Reynosa (Tamaulipas), Chilpancingo (Guerrero), Fresnillo (Zacatecas), Villahermosa (Tabasco), Coatzacoalcos (Veracruz) y la zona norte de la Ciudad de México. En el primer caso, 95 de cada 100 personas vive insegura, mientras que en el último la proporción es de 92 de cada 100.
Las ciudades menos inseguras fueron: Mérida (Yucatán), Puerto Vallarta (Jalisco), Saltillo (Coahuila), Piedras Negras (Coahuila), Campeche (Campeche) y Durango (Durango). En el primer caso, sólo 29 de cada 100 adultos percibe que su ciudad es insegura, proporción que crece a 52 de cada 100 en el último.
Los cajeros automáticos de los bancos que están localizados en la vía pública (los hay también dentro de centros comerciales o tiendas) fueron considerados los sitios más inseguros, seguidos por el transporte público, sucursales bancarias, calles habitualmente usadas, mercados y carreteras, principalmente.
Por la situación de inseguridad en que viven, dos de cada tres personas adultas modificaron sus hábitos y rutinas, respecto de llevar consigo objetos de valor y joyas, permitir que sus hijos salgan de casa, caminar de noche a los alrededores de su vivienda o visitar parientes o amigos, mencionó el Inegi.
Fuente: La Jornada