En debate, el favorito fue AMLO, lo confirmaron sus contrincantes

Ciudad de México. El primer debate entre candidatos presidenciales de México, que tuvo un formato mucho más ágil que en otras elecciones, se caracterizó este domingo por los golpes contra el favorito, Andrés Manuel López Obrador.

Como se esperaba, AMLO, que tiene una amplia ventaja en las encuestas para el 1 de julio, fue el principal blanco de sus cuatro rivales, en un encuentro que tuvo como ejes los temas de seguridad y corrupción.

«Todos están aquí contra mí, echándome montón», se mofó el ex alcalde de Ciudad de México. «Siempre es ‘Andrés Manuel, Andrés Manuel'», afirmó, y en respuesta mostró una cartulina con los resultados de una encuesta que le da 22 puntos de ventaja.

En el debate participaron López Obrador, el conservador Ricardo Anaya, el oficialista José Antonio Meade y los independientes Jaime Rodríguez El Bronco y Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón.

El primero de los tres debates, de una hora y 50 minutos, estuvo centrado en el tema «Política y Gobierno», dividido en tres segmentos: seguridad y violencia, corrupción e impunidad, y democracia y grupos vulnerables.

No habían pasado los diez primeros minutos de debate cuando los rivales de López Obrador empezaron a arremeter contra el puntero por sus propuestas y por supuestas propiedades no declaradas. López Obrador evitó contestar varios de los golpes, aunque en algunos casos los respondió.

También recibió cuestionamientos Anaya, principalmente por parte de Meade, que quiere arrebatarle el segundo lugar, y de Zavala, su ex correligionaria en el Partido Acción Nacional (PAN), que fue una de las participantes más ágiles.

López Obrador fue el segundo en tener la palabra, según el orden que se había sorteado previamente, luego de que Rodríguez abriera la tanda de presentaciones.

A López Obrador le tocó explicar al principio su propuesta de brindar una amnistía a delincuentes como forma de pacificar al país, que ha sido muy cuestionada por sus rivales. «La amnistía no significa impunidad», explicó López Obrador, que dijo que su planteamiento había sido manejado «de manera malintencionada» como si quisiera sacar de prisión a todos los delincuentes.

Según explicó, piensa convocar a foros después de ganar las elecciones, a los que invitará al papa Francisco y otras personalidades, para buscar soluciones al tema de la violencia.

Enseguida llegó la réplica de Anaya, quien afirmó que la propuesta de amnistía de López Obrador ya fue probada en otros países y resultó ser «un absoluto desastre». Además, refutó que mientras que López Obrador fue alcalde de Ciudad de México (2000-2005) hubiesen bajado las cifras de inseguridad.

«A cada público le dice lo que quiere oír y como hoy tiene a todos los públicos reunidos no sabe qué decir», le cuestionó.

El oficialista Meade, relegado a un tercer sitio, también salió a la ofensiva. «Sin duda tu amnistía te pone de lado de los criminales», afirmó, y acusó a López Obrador de haberse convertido en un «títere» de la delincuencia.

El formato del debate, que incluyó preguntas por parte de tres moderadores, réplicas y contra-réplicas, rompió con el estilo acartonado de anteriores elecciones, aunque algunos de los candidatos supieron aprovechar el formato mejor que otros.

A medida que fue avanzando la discusión, los candidatos se fueron soltando, si bien ni López Obrador ni Meade son grandes oradores y el protagonismo discursivo, en algunos momentos, recayó más en los otros.

Meade cuestionó el origen de los ingresos de López Obrador, que afirma no tener propiedades, y también la honorabilidad de Anaya, a quien acusa de haber estado involucrado en un negocio inmobiliario que está bajo investigación por supuesto lavado de dinero.

«Andrés Manuel no nos ha querido decir de qué ha vivido los últimos 15 años», espetó Meade. López Obrador le respondió que en realidad lo que ocurre es que Meade está en una «situación difícil» porque no logra repuntar en las encuestas. «No levanta», dijo.

Según la mayoría de los analistas, no se espera que el debate marque un cambio de tendencia, pero sí que permita a los indecisos conocer mejor las distintas opciones.

El ejercicio, que se realizó en el Palacio de Minería de Ciudad de México, sirvió para presentar por primera vez a los cinco aspirantes en un mismo lugar interactuando entre sí.

Fuente: La Jornada

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *