Descarta Profeco que haya alza general en la tortilla

Ciudad de México. El titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Rogelio Cerda, rechazó que haya un aumento generalizado del precio de la tortilla en todo el país al sostener que la dependencia únicamente ha recibido dos quejas al respecto, una de Michoacán y otra de Guerrero.

“No vamos a permitir especulaciones”, sentenció el funcionario en una conferencia de prensa realizada en Monterrey, Nuevo León y transmitida por internet. También negó que se hayan registrado incrementos en los precios de los 50 productos de la canasta básica alimentaria que monitorea la Profeco.

Si bien admitió que productores y comerciantes tienen derecho de ajustar los precios de sus productos si se encarecen los insumos que requieren para fabricarlos porque “el mercado es libre”, sostuvo que no deben hacerlo más allá de “una utilidad razonable”.

El funcionario también negó un incremento en las gasolinas al señalar “yo no lo he visto”. Sobre el impacto que el precio de éste combustible puede tener en la producción de tortillas sentenció: “la gasolina no se usa para producir tortilla. El principal insumo para producirla es el maíz blanco y actualmente vale 11 por ciento menos que el año pasado, entonces explíquenme cómo se justifica un alza. No puede ser”

Enfatizó que el precio de la tortilla varía en cada estado del país e incluso dentro de una misma ciudad, “depende del lugar donde la compre uno”. Así que los diferentes precios que recaba la Profeco arrojan que a nivel nacional la tortilla se vende, en promedio a 13.06 kilo, en la ciudad de México la media es de 12.83 pesos, en Monterrey oscila entre 14.88 y 15 pesos mientras en Guadalajara se comercializa alrededor de los 14 pesos.

“La especulación va más allá de la ganancia que razonablemente debe tener un comerciante de un producto determinado. Si el precio de la tortilla está en 15 pesos y yo lo subo a 25, hay especulación desmedida. La especulación ni es sana y no funciona en los hechos”, indicó.

Rogelio Cerda advirtió que la especulación en productos de la canasta básica y en la tortilla tiene dos problemas: el principal es que los consumidores castigan a quien vende más caro no comprándole y segundo, dijo, “no tengan duda de que les va a caer Profeco con o sin denuncia”.

Condenó las declaraciones sobre el incremento en el precio de la tortilla que hizo Lorenzo Mejía, dirigente de la Unión Nacional de Industriales de Molinos y Tortillas (Unimtac) al considerar que pretendió generar “río revuelto”, pero al mismo tiempo minimizó el peso que tiene en el país y en el sector de la industria de la masa y la tortilla. Es, dijo, un líder que no representa a la mayoría del gremio y comentó que Mejía, quien se dijo amenazado por la Profeco, no contesta las llamadas del organismo.

“Si se va más allá de donde debe yo le voy a aplicar la ley y el que avisa, no engaña, por eso insisto que somos celosamente vigilantes de que los precios de la canasta básica no se muevan de manera arbitraria”, puntualizó Cerda.

Comentó que en muchos casos las denuncias que recibe la Profeco sobre el aumento de precios de determinados productos provienen de los competidores de un mismo mercado y así ha ocurrido, por ejemplo, en el mercado de las gasolinas, de las cuales la dependencia registró una reducción de hasta 18 por ciento en las quejas que recibió el año pasado a raíz de que se liberó dicho sector.

Sobre el aumento en las tarifas de electricidad, sólo dijo que aunque pueden presentarse “picos” en algunas zonas eso no justifica que se presenten incrementos generalizados.

De cualquier manera ponderó que la Profeco intensificará sus operativos de vigilancia al respecto y exhortó a la población a detectar cualquier abuso o incremento de precios injustificado, pero también aclaró que en caso de que se detecten abusos la dependencia primero emite “excitativas” a los comerciantes para que justifiquen los incrementos antes de realizar clausuras o suspensiones temporales o definitivas de los negocios o aplicar sanciones económicas.

Fuente: La Jornada

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