Por Roberto LARIOS
Pueblo chico, infierno grande…, reza el dicho en la cultura popular mexicana para referirse, palabras más palabras menos, a que en los pueblos todas las personas se conocen y todas y cada una de ellas conocen la “vida y milagros” de todos y cada una, cuando vives en uno, no puedes hacer o decir algo porque tarde o temprano todos se enteran y frecuentemente al difundirse el hecho, es distorsionado.
Y esto, aplica perfectamente en el municipio de Mazatecochco donde, políticos principalmente, impregnan el toque de desconcierto en el gobierno local donde, aunque digan lo contrario, por rencillas poselectorales buscan desestabilizar al gobierno en turno para que le vaya mal o, mejor dicho, que no logre impulsar el desarrollo municipal.
Disfrazados de buenas intenciones, los opositores del presidente Emilio González Cortés en el Cabildo, emanados del PRD, MORENA, PAC y RSP (Siete en total), así como los excandidatos Raunel Mena y Mario Quixtiano quienes, a decir de varios pobladores, tienen las manos metidas para contrarrestar las decisiones del alcalde, tratando de imponer intereses personales.
El tema no es nuevo, basta recordar que, en la pasada administración, cuando gobernaba el PRI con Leandra Xicohténcatl Muñoz, el excandidato del PRD, Mario Quixtiano, desde el inicio del nuevo gobierno, hizo la vida de cuadritos a la alcaldesa tomando las instalaciones, convocando a manifestaciones, pidiendo juicio político y un sin fin de movimientos para hacerla quedar mal en todos los sentidos.
Y eso, al quedar resentido porque le quitaron el triunfo debido a que, en el 2021, quien era candidato a tercer regidor en su planilla, fungió como primer escrutador en una Mesa directiva de Casilla, lo cual originó que le revocaran el triunfo, de ahí que todo el tiempo estuvo en contra y echándole la gente a la presidenta como oposición.
A pesar de ello, en la pasada elección, al nuevamente ser candidato, volvió a perder por un mínimo de votos junto con el candidato de MORENA quienes, como “maldición”, se han unido para realizar acciones en contra del presidente Emilio González y, no tengan duda, se la pasarán por la misma vía en los próximos meses o años.
Aunque se trate de un tema político, exponen que tienen voluntad para sumarse a los trabajos a favor del municipio, sin embargo, acusan la violación de acuerdos del cabildo, violencia política de género, retención del pago, espionaje, falta de transparencia, obstaculización, entre otras presuntas anomalías, como la no inclusión a la Mesa de construcción de Paz y Seguridad – Región 2, cuando, es claro, en esas actividades solo les corresponden estar presidentes municipales.
Además, para eso están las instancias estatales como el Congreso local; el Órgano de Fiscalización Superior; la Comisión Estatal de Derechos Humanos; la Fiscalía General de Justicia; el Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales; entre otros, donde pueden realizar los trámites de manera formal, pero, ojalá lo entiendan, no recurran a “barbarie” para tratar de arreglar sus diferencias.
Lo que Mazatecochco requiere y es un clamor popular, es tener políticos de altura, capaces de reconocer que ese tipo de actos solo contrarrestan el crecimiento y desarrollo del municipio, donde sus tomas de decisiones afectan el progreso en todos los sentidos.
Más bien es la idiosincrasia de los políticos de esa demarcación quienes no acepta el ser gobernados por sus adversarios y, aunque uno de esos dos excandidatos hubiese ganado, seguro está que, por esa idiosincrasia política, habría otros contrarrestando a quien gobierne.
Lejos está el ser una oposición responsable que anteponga los intereses personales sobre el bienestar del pueblo pues, aunque lo nieguen, el actuar de la oposición es por rencillas políticas que lo único que genera es el atraso en todos los niveles: educativo, seguridad, obra pública, económico, deportivo, cultural y, en general, de todo el progreso de Mazatecochco donde los únicos afectados es el pueblo en su conjunto.
Por el bien de ese lugar, ojalá que tengan la capacidad de conciliación y reconocer que ese tipo de acciones solo dañan la vida pública, política y social de Mazatecochco.
Dejen que Mazatecochco sobresalga, dejen que Mazatecochco recobre su esplendor pues, al contrario de otros municipios, su cultura, tradición y dinamismo económico es envidiada por otros muchos que desean ser mejor que esa demarcación.
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