Anuncia Marco Mena cambios profundos tras el nuevo mapa político del país
Tlaxcala, Tlax., A. Corona.- “No voy a tolerar la falta de compromiso en el desempeño de la función pública. Tampoco, desgano ni falta de resultados. No voy a permitir ni la indiferencia, ni la apatía, ni la deslealtad”, fueron algunas palabras del gobernador de Tlaxcala, Marco Antonio Mena Rodríguez, al tiempo de anunciar cambios en su gabinete .
Durante un mensaje realizado este día a la ciudadanía de este estado, dijo que modificará “de tajo” el modo de trabajo. “Reorganizaremos el gobierno en forma práctica, para facilitar las tareas entre las dependencias y ser más eficaces. El gobierno funcionará a base de proyectos y tareas muy concretas, de modo que no haya dispersión de responsabilidades ni tardanzas”.
Con un discurso fuerte en el que mostró la forma en que observa la nueva condición política de México, a raíz de la elección del pasado domingo y la manera en que va a actuar en consecuencia desde el Gobierno de Tlaxcala, sostuvo que es un buen momento para reflexionar en la toma de desiciones, por ello, enfático, comentó que no ignorará las nuevas condiciones y que, por el contrario, “nos vamos a adaptar con éxito”
Su planteamiento es dejar atrás actitudes patrimonialistas, aspiraciones dinásticas o de apellidos o linajes como criterio, en clara referencia al caciquismo que ha vivido Tlaxcala en las últimas décadas,
“Vamos a aprovechar este momento histórico para México para hacer de Tlaxcala un lugar de reconocimiento al mérito. Reconocimiento a la capacidad personal y familiar de luchar por la vida. Con dignidad y respeto a uno mismo y a todos”.
“No voy a tolerar la falta de compromiso en el desempeño de la función pública. Tampoco, desgano ni falta de resultados. No voy a permitir ni la indiferencia, ni la apatía, ni la deslealtad.
Y Continuó: “Hay que llamarle a las cosas por su nombre, algo que parece que le cuesta mucho trabajo a muchos. Vamos a dejar atrás ambigüedades. Vamos a dar el peso y significado correcto a las palabras. Un sí o un no significarán, efectivamente, un sí o un no”.
Aseguró que hay muchos negativos que dejar atrás, pero también hay que pensar el futuro de Tlaxcala en positivo, por lo que su diagnóstico es que se necesita ajustar la forma de organización, el modo de trabajo y la ejecución del acto de gobierno.
Por ello, dijo que modificará su modo de trabajo, reorganizará su gobierno en forma práctica para facilitar las tareas entre las dependencias y ser más eficaces.
“Estoy estableciendo, formalmente, a partir del día de hoy, Grupos Ejecutivos de Trabajo, con misiones claras y específicas, con plazos de cumplimiento definidos…, integrados por titulares de dependencias y funcionarios de diverso orden jerárquico”.
De esta forma destacó algunos de los Grupos Ejecutivos de Trabajo más importantes entre los que están el de proyectos especiales de obra pública; mejora de la economía de las familia; atracción y conservación de inversiones; desarrollo policial y equipamiento de seguridad; mantenimiento y mejora de escuelas; mantenimiento y mejora del funcionamiento de los Centros de Salud; medidas concretas para la igualdad entre mujeres y hombres, entre otros para que Tlaxcala sea punta de desarrollo.
Además, anunció que se mejorará los mecanismos de actuación de la administración y, por eso, refrescará los cuadros responsables en función de su eficacia y compromiso con el desempeño del cargo.
“Hay dos razones para refrescar los cuadros de funcionarios. La primera, ya la mencioné, es revitalizar el funcionamiento de las oficinas. La segunda es por falta de compromiso con el gobierno y deslealtad con el ciudadano, que es a quien nos debemos y nuestro único foco de atención. No es válido, no es correcto, no es aceptable ni admisible que un funcionario sin dar resultados obre y se exprese mal del propio gobierno. No se dan cuenta que se denigran a sí mismos. Hay quienes no quieren estar en el gobierno ni con el gobierno, no los vamos a tener a fuerza”.
Y finalizó diciendo que “no es tiempo de ánimos facciosos, mucho menos de ambiciones coyunturales. Precisamente, reconocer el presente, reconocer la nueva condición política de México, exige poner al ciudadano en el centro y como referente único, indispensable, de toda decisión política. Ha concluido el tiempo de las continuidades”.