No a la polarización

Por Moisés C. Pérez Sánchez

La sociedad mexicana vive una polarización social, se encuentra dividida entre buenos y malos, como si los ciudadanos fuéramos enemigos o adversarios, héroes o villanos, entre lo blanco o lo negro, esa visión maniquea no nos deja avanzar ni mucho menos construir puentes o alianzas. 

Basta ver en las redes sociales como las personas están llenas de fanatismo, tanto los seguidores de AMLO como aquellos que están en contra. Ciertamente las expectativas que se plantearon durante la campaña del 2018 fueron muy altas y por el momento no se han logrado los resultados esperados.

Qué triste es pensar que el camino de la solución para México sea el encono, el egoísmo, la intolerancia, el divisionismo o el radicalismo. Esa no es la ruta que conviene a México, volteemos a ver a nuestro vecino del norte; los estadounidenses en noviembre optaron por otra alternativa con otros ideales, ese es un claro ejemplo de que las cosas pueden ser diferentes. Nosotros, como ciudadanos debemos usar las instituciones, el decoro, la democracia, la inclusión, la participación, la conciencia y la libertad, pues enfrente nuestro tendremos en este año de nueva cuenta elecciones para elegir a nuestros representantes y autoridades. 

A nivel local en nuestro Estado tendremos campaña paraGobernadora y Diputados o Diputadas locales, a nivel federal Diputados o Diputadas. Además, elegiremos a nuestras autoridades municipales y las Presidencias en las Comunidades. Es una gran oportunidad para cambiar o para ratificar, para reafirmar o alternar otras expectativas, es nuestro derecho, hagamos uso de nuestras facultades, de nuestras instituciones las cuales costaron muchísimo a lo largo de la historia de nuestro país, rescatemos esos valores democráticos como instrumentos de paz, de servicio, de alianzas y no como instrumentos de dominación.

México lo merece, todos lo merecemos, llego el momento de construir ciudadanía, recordemos que el ser humano está hecho para la realización, para el desarrollo y para encontrar esa plenitud en la misma sociedad. Ahora más que nunca necesitamos de esos gestos, de esas expresiones sinceras, de la comunicación humana, estamos en el punto exacto para romper las barreras para lograr la reciprocidad, el consenso, en pocas palabras reconstruir la solidaridad.

Parafraseando a la carta Fratelli-Tutti (Hermanos todos), quiero decirles que el hombre no puede pelear la vida aisladamente. Necesita de la comunidad para que lo sostenga, para que se ayude y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia adelante. Los invito a luchar en unidad, como caminantes de la misma humanidad, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, como hijos de un mismo hogar, todos como auténticos mexicanos.

Estimados lectores cito la frase de la Fratelli-Tutti para cerrar esta opinión: “También en la política hay lugar para amar con ternura. «¿Qué es la ternura? Es un movimiento que procede del corazón y llega a los ojos, a los oídos, a las manos…». En medio de la actividad política, «los más pequeños, los más débiles, los más pobres deben enternecernos: tienen “derecho” de llenarnos el alma y el corazón. Sí, ellos son nuestros hermanos y como tales tenemos que amarlos y tratarlos». En la actividad política hay que recordar que «más allá de toda apariencia, cada uno es inmensamente sagrado y merece nuestro cariño y nuestra entrega. Por ello, si logro ayudar a una sola persona a vivir mejor, eso ya justifica la entrega de mi vida”. Al tiempo…

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“Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, el pensamiento de Imaginario Social”.

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