Hay que rendir homenaje a las raíces de uno: Del Toro

Hollywood. Antes de darse a la fiesta para celebrar su triunfo, los ganadores de los Oscar deben responder entre bastidores a las preguntas de los reporteros. Y con la emoción a flor de piel, siempre hay espacio para ponerse sentimental o combativo:

Para el mexicano Guillermo del Toro llegar aquí no es fácil, pues tiene que sostener no un Oscar, sino dos: como director y productor de la gran triunfadora de la noche, La forma del agua.

Los periodistas fueron directos al grano: ¿Cómo se podría evitar que México sea tan a menudo cabeza de turco en Estados Unidos? Y Del Toro contestó que ahí radica la importancia de mostrar al mundo de lo que México es capaz en sectores como el deporte, la ciencia, el arte y el cine. Y ahí también es importante rendir homenaje a la patria y las raíces de uno, subrayó.

Eso es precisamente lo que hará «con estos dos bebés», dijo con sus flamantes estatuillas en ambas manos. En los próximos días planea volver a casa a visitar a sus padres.

Desde el ‘backstage’: la combativa McDormand

A Frances McDormand los periodistas la reciben con un sonoro aplauso, pero la actriz los acalla al momento: «Por favor, no me presten más atención, si no se me subirá a la cabeza», dijo la flamante ganadora del Oscar a la Mejor Actriz con el mismo tono de voz seco que el de su personaje en Three Billboards Outside Ebbing, Missouri.

Y su mirada sigue siendo tan combativa como cuando al recibir el premio hizo referencia a la cláusula de inclusión en los contratos del sector, para que en los rodajes la mitad de participantes sean mujeres y minorías.

«No hay marcha atrás», declaró. Exigir diversidad e igualdad no es una cuestión de «modas», sino que Hollywood está ante un cambio de calado. Y, echando la mirada al año pasado, añadió que el cambio ya empezó con la coronación del drama negro Moonlight como Mejor Película.

En la piel del emblemático primer ministro británico, Gary Oldman imponía, pero en el backstage tras alzarse como Mejor Actor, se lo veía un tanto cansado.

Al llegar, dejó a un lado la pesada estatuilla y declaró que su papel fue «una experiencia inolvidable», además del cénit de su carrera. Que fuera encarnando «a uno de los ingleses más excepcionales de todos los tiempos» hace el Oscar aún más especial, añadió.

Y aunque nadie le auguraba opciones frente a él, Oldman alabó al joven Timothée Chalamet (Call Me By Your Name) con una famosa cita de Arnold Schwarzenegger: «You Will Be Back», volverás, le dijo citando a Terminator.

«Oh, mis pies», confesaba Allison Janney, la ganadora del Oscar por su papel de reparto en el biopic Yo, Tonya. Pese a su imponente vestido rojo, lo primero que hizo fue librarse de los altísimos tacones que llevaba, y después, contó que se alegraba de que mañana tuviera que volver al trabajo -el rodaje de la serie Mom: «De lo contrario, el éxito se te puede subir fácilmente a la cabeza», bromeó.

¿Y qué le dice su voz interior?, le pregunta un reportero. «Bravo. Bien hecho, chica. Estoy orgullosa de ti», contó, a lo que siguió un sonoro aplauso.

Ya lo había dicho sobre el escenario Sebastián Lelio: Daniela Vega fue la inspiración de Una mujer fantástica. Y ahora, con el Oscar de Habla No Inglesa en la mano, el cineasta contó que un actor cuya identidad de género coincide con su sexo biológico no podría haber hecho ese papel: «Cambió de sexo hace unos 14 años en un país como Chile, en el que no había información al respecto. Fue una pionera, lleva con ella esa historia y la cámara lo expresa», señaló sobre la protagonista, que también hizo historia como la primera actriz transexual que ejercía de presentadora en la gala.

Fuente: La Jornada

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