Encuestas

Por Juan Luis Cruz Pérez

El uso de las encuestas, como herramienta en la toma de decisiones o como estrategia electoral, se ha incrementado en Tlaxcala en la última semana y cada quien, en los bunkers y equipos de campaña, le da la interpretación y uso que quiere; aunque a veces todos ellos se creen sus propios cuentos. Al final, las campañas de eso tratan.

Pero las encuestas juegan un papel real y protagónico en los comicios; aunque a muchos no les guste.

Desde 1998, en Tlaxcala, el uso de los estudios demoscópicos, se ha focalizado, mayormente, como herramienta propagandística; para generar percepción. Y muy poco, como instrumento para la toma de decisiones que ayuden al candidato o al partido.

Quien va en arriba de las encuestas siempre las presumirá y respaldará, pero a quienes desfavorecen los números, invariablemente, las minimizan y descalifican.

Cuántas veces hemos escuchado la frase, “la verdadera encuesta es el día de las elecciones”, enunciado cargado de verdad, aunque usado para restar importancia a la previsible derrota.

No ha pasado ni una semana del arranque de las campañas electorales para el gobierno del estado de Tlaxcala y para las diputaciones federales, pero la publicación y filtración de resultados de encuestas están a la orden del día.

Muchas de ellas, sin vitrina metodológica, ni nombre de la firma que la realiza y mucho menos, los datos del alma caritativa y desinteresada que paga las mismas, lo que hace evidente el uso electoral de las mismas. Las que en verdad sirven a los cuartos de guerra, se analizan, procesan, comentan y se deciden en secreto.

En estos estudios demoscópicos, la constante es que la candidata al gobierno del estado de la coalición Juntos Haremos Historia, Lorena Cuéllar, encabeza las preferencias electorales con al menos 10 y hasta 15 puntos de ventaja.

Los suyos aseguran que con esos números ya son inalcanzables.
Del otro lado, el de la candidata de la coalición Unidos por Tlaxcala, Anabell Ávalos, destaca la caída en las preferencias electorales de su adversaria y el crecimiento propio; mientras ella sube en el ánimo del electorado, Cuéllar cae.

Como dice el consultor y especialista en campañas electorales Augusto Reyes, una encuesta es la fotografía del momento y varias encuestas forman la película completa de la elección.

Recordar que, en los comicios de 2016, los datos hemerográficos ahí están, la firma Gabinete de Comunicación Estratégica publicó, el 12 de abril, una encuesta levantada entre los días 4 y 6 de ese mes, en la que, la entonces abanderada del PRD al gobierno de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros gozaba de 24.9 por ciento de la intención del voto, seguida de Adriana Dávila con 20.4 por ciento y 17.6 por ciento de Marco Mena.

Cuatro días después, la propia Cuéllar, entonces candidata del PRD, difundió los resultados de una encuesta practicada por GII360 Grupo Impacto, en la que ella gozaba de una preferencia de 29.1 por ciento, seguida de la panista Adriana Dávila con 20.85 por ciento y el priista Marco Mena con 17.1 por ciento.

Ese mismo estudio daba cuenta que la población tenía muy bajo nivel de conocimiento respecto al priista Marco Mena, con solo 35.17 por ciento frente a 74.22 por ciento de Lorena Cuéllar.

En aquellos comicios, las fotos de la película fueron cambiando. El Financiero publicó los resultados de otro estudio levantado entre el 22 y 24 de abril, en el que refería que Adriana Dávila lograba 30 por ciento de posibles votos, Lorena Cuéllar 29 por ciento y Marco Mena 26 por ciento.

El Universal publicó su propio estudio sobre una encuesta realizada entre los días 14 y 17 de mayo de ese año, en el que establecía que Marco Mena ya tenía 34.5 por ciento de las preferencias; Lorena Cuéllar con 28.1 por ciento y Adriana Dávila 21.6 por ciento.

Una encuesta realizada por el Financiero entre el 27 y 29 de mayo de 2016 da cuenta que Lorena Cuéllar tenía 31 por ciento de las preferencias y Marco Mena 28 por ciento; un empate técnico.

Sin embargo, el día de “la verdadera encuesta”, el 5 de junio de 2016, los resultados arrojaron que Marco Mena obtuvo 32.49 por ciento de los votos; Lorena Cuéllar con 30.13 por ciento y Adriana Dávila poco más de 18 por ciento.

Las encuestas son eso, previsiones sobre el comportamiento del voto ciudadano; los ejércitos electorales son los que ganan.
Esas encuestas continuarán, pero es el ciudadano el único que sabe a quién entregará su confianza para administrar Tlaxcala en los próximos seis años. Y es ahí a donde a todos nos toca analizar la mejor propuesta.

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“Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, el pensamiento de Imaginario Social”.

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