El Rol de la Mujer

Por Moisés C. Pérez Sánchez

En el rubro de la política nos encontramos también con el papel o el rol que las mujeres representan en ese ámbito. Por muchos años no existieron las condiciones para que ellas se desempeñaran libremente en todos los aspectos de la vida social, pero poco a poco se fueron dando los cambios políticos, las reformas constitucionales, los cuales llevaron a grandes transformaciones democráticas. Antes de eso, las mujeres eran consideradas como de segunda categoría, por lo que eran objeto de exclusión y al mismo tiempo de autoexclusión.

El sistema político por mucho tiempo no permitió la participación y la ciudadanía tampoco se mostraba tan interesada en involucrase en ese espacio. Durante muchos años los partidos políticos eran comparsas del régimen, los procesos electorales eran simulados para favorecer al partido hegemónico en el poder, por lo que inhibía toda acción democrática en el país.

Cabe resaltar que el acceso de las mujeres a los cargos de elección popular en México ha sido una lucha constante. En 1979, por primera vez, una mujer ocupó el cargo de gobernadora en Colima con Griselda Álvarez.

Fue precisamente en la década de los años ochenta del siglo pasado cuando los procesos electorales empezaron a ganar credibilidad y las mujeres pasaron de ser clientas, votantes y demandantes a ejercerse como activistas, candidatas y profesionales; es decir, pasaron en delegar sus funciones a involucrarse más en el aspecto social y político.

En el marco de estos cambios ahora podemos señalar que las mujeres constituyen más de la mitad del electorado y su presencia en el aspecto político ya es una realidad, pues por décadas han participado activamente desde diferentes trincheras. Cabe hacer la precisión que en los años cincuenta, sesenta y setenta, las mujeres votaban menos con respecto a los hombres, en los años ochenta su participación se amplió a otras instancias, por ejemplo, en organizaciones cívicas, asociaciones vecinales, cargos escolares, grupos de protesta y movimientos sociales.

Para los años subsecuentes las “mujeres votaban más por el PRI que los hombres, y sucedía a la inversa con el PRD; el PAN no mostraba variaciones, aunque hubo un tiempo que era preferido por la población masculina. Lo que también queda claro es que las mujeres más jóvenes, seguían sufragando por el denominado partido oficial, aunque en menor medida que las mayores; mientras las de más edad, mayoritariamente simpatizan, se identifican y elegían al tricolor –siendo un voto más que conservador, continuista, o conservador en este sentido no en cuestión ideológico-político” (Anna Fernández Poncela).

Otra característica que ha transcendido barreras para ellas es sin duda el nivel educativo, pues cuando es semejante o se aproxima a la de los hombres existe una mayor equidad en la participación política, así como en el acceso al mercado laboral.

En cuanto a la presencia y valoración de la mujer en la política, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que hay una reducida cantidad en los puestos ejecutivos y cargos administrativos o en los puestos de los órganos internos de los partidos políticos. Generalmente, ocupan espacios considerados menos importantes, tales como asuntos sociales, de educación, bienestar social, salud o medio ambiente y, las que ocupan cargos de mayor relevancia son mujeres solteras o separadas.

Podemos observar todavía que existe una utilización electorera en los partidos políticos, aunque las mujeres ocupen en mayor número en las listas de candidaturas como propietarias, sus posiciones tienen pocas posibilidades de ser electas o en su defecto son anotadas como suplentes. Además, cabe hacer la precisión que hasta hace poco en las fórmulas de representación proporcional (plurinominales) las mujeres ocupaban los lugares poco o nada favorables.

En lo que respecta al Consejo General del INE, la presencia femenina es notablemente reducida. Los datos así lo reflejan: en el año 1991 había dos mujeres y 23 hombres, en 1994 y 1997 una y 19 hombres, en el año 2000 tres por cada 17 hombres, en el actual son 5 consejeras (Mtra. Norma Irene De la Cruz Magaña, Dra. Adriana M. Favela Herrera, Dra. Carla Astrid Humphrey Jordan, Mtra. Dania Paola Ravel Cuevas, Mtra. Beatriz Claudia Zavala Pérez). Aunque los presidentes siempre han sido hombres.

Para el caso local el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones hoy la preside una mujer (Mtra. Elizabeth Piedras Martínez), además cuenta con el apoyo de 3 ciudadanas como consejeras (Lic. Denisse Hernández Blas, Dra. Dora Rodríguez Soriano, Lic. Erika Periañez Rodríguez).

Para este proceso electoral ordinario en los 15 Consejos Distritales son ocupados por 8 mujeres en las presidencias, 7 en las secretarías y 31 como consejeras, de un total de 90 integrantes, siendo ellas la mayoría (46). En los Consejos Municipales son 30 mujeres que ocupan las presidencias, como es el caso en nuestro municipio, 30 en las secretarías y 137 consejeras en los 60 consejos municipales. De nueva cuenta son mayoría (197) de 360 integrantes.

La brecha en ocupar cargos públicos de importancia de parte de las mujeres, cada vez más se reduce y su participación es más frecuente y significativa. Ya lo decía Indira Gandhi, política y estadista india: “Para liberarse, la mujer debe sentirse libre, no para rivalizar con los hombres, sino libres en sus capacidades y personalidad”. Enhorabuena para la democracia porque es justo y necesario. Al tiempo…

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“Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, el pensamiento de Imaginario Social”.

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