Cruce de acusaciones anteceden al primer debate presidencial

En la contienda electoral no podían faltar las descalificaciones y frases punzantes entre los principales candidatos presidenciales.

El blanco central ha sido Andrés Manuel López Obrador, abanderado de la coalición Juntos Haremos Historia, integrada por los partidos Morena, del Trabajo y Encuentro Social.

En la disputa por el segundo lugar, José Antonio Meade, del bloque Todos por México (PRI-Verde y Nueva Alianza) dedicó, en el periodo de precampaña y arranque de campaña, buena parte de sus críticas hacia Ricardo Anaya, de Por México al Frente (PAN-PRD y Movimiento Ciudadano), a quien señala como presunto partícipe en una operación de lavado de dinero.

De manera implícita y explícita le ha dicho al panista mentiroso, ignorante y que está vinculado a una empresa fantasma.

En tanto, a López Obrador lo ha ubicado como una persona que se mueve en la mentira y la hipocresía, así como en el populismo. Me dan pesadillas sus propuestas, expresó.

En días pasados lo acusó de ser promotor de políticas setenteras y advirtió que es un peligro para la seguridad y para el empleo en el país.

También ha hecho referencias hacia el candidato de Morena respecto de la forma en que ha vivido los recientes 12 años. Es un fantasma fiscal, espetó.

A partir de la primera semana de marzo arreció contra el tabasqueño, sobre todo por la oposición de aquel a la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (NAICM), en los términos contractuales vigentes, pero principalmente reta a sus contendientes a debatir sobre su patrimonio. No le saquen, les insiste.

En las dos semanas previas al primer debate entre aspirantes presidenciales prácticamente la crítica de Meade y Anaya sólo se enfocó en el abanderado de Morena.

En tanto, López Obrador dijo al aspirante del tricolor ternurita, ternurita, apúrate o te alcanza Margarita (Zavala), en respuesta a la acusación que le hizo Meade de alentar la violencia.

Desde que se supo que Meade sería candidato del tricolor, López Obrador lo consideró un títere de la mafia del poder, un señoritingo, al que además de honestidad, le falta carisma… es muy antipático, expresó.

Su imposición como abanderado –ha dicho– es una burla para el pueblo, y a lo largo de este proceso le insiste en que no levanta… lo inflan, no hace burbuja.

En cuanto a Anaya, López Obrador lo califica de aprendiz de mafioso. Al igual que a Meade, lo considera candidato pirrurris, pelele de la mafia del poder, pero Diego (Fernández de Cevallos) lo convirtió en mafiosillo, ya escaló en la mafia del poder.

El ex jefe de Gobierno capitalino ha recomendado una dosis de amlodipino a sus adversarios porque ayuda mucho a serenarse, a tranquilizarse.

Cuidado con los independientes

A Margarita Zavala, por otro lado, la ubica como la esposa de Felipe Calderón, y cuando Jaime Rodríguez Calderón anunció que buscaría la candidatura independiente, dijo: hay que tener cuidado con eso; no se confíen en los independientes, porque se disfrazan, son achichincles de los que se creen amos y señores de México, son financiados por integrantes de la mafia del poder.

Anaya, a su vez, hace unos días acuso al tabasqueño de ser un retrógrada que denota enorme ignorancia y un espanta inversionespor su postura sobre el NAICM. También lo reto a debatir.

A Meade, Anaya le reprochó haber anunciado una estrategia contra la corrupción y al mismo tiempo haberse rodeado de personajes corruptos. Indicó que el abanderado del PRI se fotografió con el secretario de gobierno de Roberto Borge, ex gobernador de Quintana Roo, y un día después fue detenido acusado de corrupción.

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