Apuntes sobre el conflicto en Ucrania

Por Oscar Gutiérrez

          Al momento de redactar estas líneas, han transcurrido ya más de 20 días del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Mas allá de las cifras siempre lamentables y desgarradoras entre muertos, heridos y desplazados, sobre las cuales por cierto siempre habrá un manejo diferenciado entre los países en guerra para atenuar o magnificar daños y éxitos, es conveniente precisar desde el punto de vista del autor de estas líneas, algunas causas que “orillaron” a Rusia emprender la ofensiva militar en marcha.

Como muchos saben, la situación tomó el curso actual desde el año 2014, cuando Rusia se anexionó la península de Crimea, una región separatista en el territorio de Ucrania con mayoría de población rusa (recuérdese el pretexto para la independencia de Texas y posterior anexión a los Estados Unidos).

En el mismo sentido, previo a la ofensiva militar contra Ucrania, el congreso ruso (la duma) aprobó el reconocimiento de la “independencia” de las republicas separatistas de Lugansk y Doniestk, ambas regiones, de clara tendencia pro Rusia.

Sin embargo, el verdadero propósito de los ataques sobre las principales ciudades de Ucrania, es asegurar un perímetro de seguridad nacional para Rusia, ya que como todos sabemos, las principales demandas de Vladimir Putin, son la desmilitarización de Ucrania, asegurar su estado de país neutral y la desnazificación de su gobierno.

Todo con una perfecta lógica, por cuanto hace a la tendencia de expansión de hacia el este de Europa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la alianza militar que subordina a Europa a los Estados Unidos después de la segunda guerra mundial. ¿Qué pasaría si una potencia hegemónica, con afanes imperialistas y de influencia política o económica como Rusia o China, pusieran bases militares en las fronteras de México o Canadá con Estados Unidos? La respuesta es fácil, el gobierno estadounidense, sin importar que sea demócrata o republicano ya habría exterminado cualquier posibilidad de ello, sea por la vía diplomática o incluso militar también, la seguridad nacional del imperio, sus valores y su esfera de influencia mundial son la causa de las agresiones militares que la historia nos recuerda.

La guerra es lamentable y reprobable siempre, venga de quien venga, sus consecuencias son desgarradoras; sin embargo en el conflicto ruso-ucraniano el fondo es la necesidad geopolítica de asegurar la seguridad de la Federación Rusa, como un derecho de las normas del derecho internacional de cualquier nación soberana, dicho en otras palabras, ante los afanes expansionistas y de presión de Estados Unidos y sus subordinados europeos, Rusia tuvo que dar un golpe de autoridad y frenar en seco el objetivo de la OTAN por rodear con bases militares y misiles apuntando a Moscú, al mas rancio estilo de la guerra fría.

PARA EL CAMINO.

Estamos a la vuelta de la esquina del inédito ejercicio de democracia participativa como lo es la Revocación de mandato, si bien los resultados son previsibles, no se debe dejar de hacer lo necesario para que AMLO y el movimiento se impongan con un amplio margen como sucedió en 2018. En la próxima opinión, escribiremos algunas líneas sobre ello.

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“Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, el pensamiento de Imaginario Social”.

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